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La Cola de Caballo contiene una Saponina tóxica para los hongos llamada “Equisetonina” y Ácido silísico, que favorece la estructura de la planta.
Además de estos componentes posee también Flavonoides como “Isoquercitósido”, “Galuteolina” o “Equisetrina”. Por último cabe destacar su riqueza en determinados ácidos orgánicos como Nicotina, Palustrina o Dimetilsulfona. Todos estos componentes hacen que la Cola de Caballo sea uno de los fungicidas más eficaces en agricultura ecológica. Incluso se le reconoce cierta acción insecticida contra pulgones y araña roja.
MODO DE PREPARACIÓN
Se prepara una disolución a proporción de 1 kilo de Cola de Caballo por 4 litros de agua y se deja macerar durante 24 horas; debe removerse de forma enérgica durante 15 minutos al comienzo y al final de dicho periodo. La disolución resultante se disolverá en el caldo de fumigación a razón de 5 litros del macerado por cada 200 litros de caldo.
MODO DE APLICACIÓN
En fumigación por vía foliar con gota muy fina. Mojar muy bien toda la planta. No aplicar en horas de mucho calor ni alta incidencia solar.
INCOMPATIBILIDADES
No debe mezclarse en el mismo caldo de aplicación con cobre, azufre, purín de ortiga ni con productos que potencien su acción como jabón potásico, aminoácidos o mojantes.
INDICACIONES
En cultivos de hortalizas, vid y frutales en el control de Mildiu, Phythopthora sp, Oidio, Moteado, Septoriosis, Roya, Botritis sp y Alternaria. Como preventivo tratamientos cada 8 días en momentos de máximo riesgo (varios días consecutivos con la planta en pleno desarrollo vegetativo con elevada humedad y poco sol). Como curativo tratamiento cada tres días durante una semana.
RECOMENDACIONES
Para potenciar su acción como curativo se recomienda mezclar con quelato de hierro a las dosis que recomiende el fabricante.
TOXICIDAD
No tóxico; este producto tiene un uso muy reconocido en dietética, herboristería, homeopatía y medicina tanto naturista como convencional.
Peligro para la fauna terrestre y acuícola: No hay ningún tipo de peligro.
Incluido en la lista del Reglamento C.E. 1488/97, anexo II, parte B, por lo que está permitido su uso en agricultura ecológica, teniendo además un gran campo de aplicación en agricultura integrada.
Además de estos componentes posee también Flavonoides como “Isoquercitósido”, “Galuteolina” o “Equisetrina”. Por último cabe destacar su riqueza en determinados ácidos orgánicos como Nicotina, Palustrina o Dimetilsulfona. Todos estos componentes hacen que la Cola de Caballo sea uno de los fungicidas más eficaces en agricultura ecológica. Incluso se le reconoce cierta acción insecticida contra pulgones y araña roja.
MODO DE PREPARACIÓN
Se prepara una disolución a proporción de 1 kilo de Cola de Caballo por 4 litros de agua y se deja macerar durante 24 horas; debe removerse de forma enérgica durante 15 minutos al comienzo y al final de dicho periodo. La disolución resultante se disolverá en el caldo de fumigación a razón de 5 litros del macerado por cada 200 litros de caldo.
MODO DE APLICACIÓN
En fumigación por vía foliar con gota muy fina. Mojar muy bien toda la planta. No aplicar en horas de mucho calor ni alta incidencia solar.
INCOMPATIBILIDADES
No debe mezclarse en el mismo caldo de aplicación con cobre, azufre, purín de ortiga ni con productos que potencien su acción como jabón potásico, aminoácidos o mojantes.
INDICACIONES
En cultivos de hortalizas, vid y frutales en el control de Mildiu, Phythopthora sp, Oidio, Moteado, Septoriosis, Roya, Botritis sp y Alternaria. Como preventivo tratamientos cada 8 días en momentos de máximo riesgo (varios días consecutivos con la planta en pleno desarrollo vegetativo con elevada humedad y poco sol). Como curativo tratamiento cada tres días durante una semana.
RECOMENDACIONES
Para potenciar su acción como curativo se recomienda mezclar con quelato de hierro a las dosis que recomiende el fabricante.
TOXICIDAD
No tóxico; este producto tiene un uso muy reconocido en dietética, herboristería, homeopatía y medicina tanto naturista como convencional.
Peligro para la fauna terrestre y acuícola: No hay ningún tipo de peligro.
Incluido en la lista del Reglamento C.E. 1488/97, anexo II, parte B, por lo que está permitido su uso en agricultura ecológica, teniendo además un gran campo de aplicación en agricultura integrada.