El control de la humedad en las diferentes partes del proceso del cultivo es muy importante, ya que un aumento o descenso muy pronunciado de la humedad puede hacer que la cosecha se estropee.
El nivel de humedad para los primeros días de vida de la planta debe estar entre el 60% y el 70% de humedad, un nivel más alto puede generar hongos muy perjudiciales para el cultivo. Igualmente, una humedad inferior al 40% hace que la planta se deshidrate y pueden aparecer plagas como la temida “araña roja”.
Para la etapa de floración debemos mantener la humedad un poquito más baja de lo habitual. En esta etapa es recomendable mantener la humedad en torno al 50%.
Los expertos cultivadores suelen utilizar humidificadores para elevar la humedad y deshumidificadores para rebajar la humedad.