Los sistemas hidropónicos constituyen la forma más higiénica, rentable y cómoda de cultivar marihuana. Su composición y metodología altamente automatizada combinados con la obtención de resultados rápidos y excelentes, sitúan al cultivo hidropónico en una posición preferente frente a otros procedimientos más tradicionales y pausados como el cultivo en tierra.
Para aquellos cultivadores de cannabis con ganas de sacar el máximo partido a sus cultivos, la hidroponía es la mejor opción para comenzar a dejar atrás los métodos antiguos, renovarse y obtener los mejores resultados.
Si empiezas a introducirte en el mundo del cultivo hidropónico, desde GrowShop te invitamos a quedarte para conocer en profundidad el funcionamiento de los sistemas hidropónicos para cultivar marihuana.
1. ¿Qué es la hidroponía?
La hidroponía es un método de cultivo en el que se utiliza una gran cantidad de agua combinada con soluciones nutritivas minerales en sustratos inertes para llevar a cabo un desarrollo y crecimiento saludable de la planta de cannabis. Olvidando así la metodología clásica como es el uso de suelo agrícola y su máximo protagonista: la tierra.
Sin embargo, como substitutivo de la tierra, se introduce en los recipientes otros sustratos sólidos como son el coco, la lana de roca, la arlita, entre otros para proporcionar a la planta de marihuana un soporte adecuado para crecer. Garantizando así un mantenimiento de la humedad y aportando una mayor oxigenación de las raíces de la planta.
Al no estar en suelo agrícola, las probabilidades de plaga y enfermedades bacterianas se reducen al mínimo. Del mismo modo que, el cultivador, puede agilizar el desarrollo de sus plantas gracias al control exhaustivo de los nutrientes que disuelve en el agua y a la falta de dependencia de otros factores como la calidad del suelo agrícola o los efectos del clima.
De manera que, utilizando sistemas hidropónicos, podemos aumentar significativamente nuestra cosecha de marihuana gracias a la reducción y agilización de su ciclo vegetativo y productivo.
2. Tipos de sistemas hidropónicos para cultivar marihuana
Existen cuatro composiciones distintas de sistemas hidropónicos:
Sistema de flujo/reflujo
En un sistema hidropónico de flujo/reflujo, nuestras plantas de marihuana se encuentran en una bandeja rellena con sustratos inertes como arlita y, debajo de ésta, un depósito de agua en el que la solución nutriente sube hasta la bandeja.
La bandeja se rellena completamente de agua a intervalos regulares y, debido a la gravedad de su posición, el agua va drenando y vuelve al depósito asegurando una oxigenación excelente y evitando una humedad excesiva de nuestro cultivo.
Sistema por goteo
En un sistema hidropónico por goteo, encontramos una tubería principal que distribuye el agua a otras tuberías secundarías para proporcionar la solución nutriente a cada una de las plantas.
Las plantas de marihuana se ubican en maceteros múltiples y, bajo los mismos, encontramos bandejas que cuentan con semilleros de lana de roca sobre las que enraíza la planta. A su vez, debajo de estas bandejas, contamos con un depósito que recoge el agua con la solución nutritiva sobrante para posteriormente ser reutilizado.
Los sistemas más utilizados por los cultivadores son Dutch Pot Hydro o Panda Hydro System, los cuales cual funciona con arcilla expandida para evitar problemas de residuos.
Sistema NFT
En sistemas hidropónicos Nutrient Film Technique (NFT), la solución nutriente circula en forma de lámina de agua por debajo de nuestras plantas hasta volver al depósito y empezar de nuevo el proceso de recirculación.
El flujo de circulación se mantiene durante las 24 horas y nuestras plantas, a su vez, se encuentran enraizadas en un cubo de lana de roca. Este sistema es idóneo para una excelente oxigenación y aireamiento de nuestras plantas.
Sistema de DWC
En los sistemas hidropónicos Deep Water Culture o Cultura de las Aguas Profundas, se ubican entre 1 y 6 plantas dentro de un contenedor con el fondo perforado para ser cubiertas de agua con soluciones nutritivas hasta el nivel de las raíces.
Con el soporte de una bomba de aire, se extiende de manera proporcional las soluciones nutritivas por todo el contenedor. Manteniendo así una correcta oxigenación de nuestro cultivo y consiguiendo un crecimiento saludable de nuestras plantas.
Los sistemas más utilizados para llevar a cabo este tipo de cultivo son los contenedores de Aquafarm y Waterfarm llenos de bolas de arcilla.
3. Elementos indispensables para un cultivo hidropónico
Tras seleccionar la composición de nuestro cultivo, para llevar a cabo un cultivo hidropónico es necesario conocer perfectamente su funcionamiento y los elementos que necesitan estrictamente ser controlados:
3.1. Seleccionar los sustratos
Como hemos avanzado al inicio, para substituir la falta de tierra, utilizamos sustratos inertes como lana de roca, coco, arlita, perlita o vermiculita como soporte para el crecimiento de nuestras plantas.
De este modo, a través de un sistema de cultivo de riego automático, conseguimos aportar los nutrientes necesarios a través de estos abonos de rápida absorción.
3.2. Establecer una temperatura y luz adecuada
Como ya hemos señalado, optar por el cultivo mediante sistemas hidropónicos es mucho más complejo que hacerlo en tierra, puesto que necesita un control máximo de todos los elementos que afectan al desarrollo y crecimiento de la planta. Entre ellos, la temperatura y la luz.
Por un lado, respecto a la luminosidad, la cantidad de luz ideal está entre 7,000 y 10,000 lúmenes por m2. No obstante, en función de la etapa de desarrollo en la que se encuentran nuestras plantas, la iluminación de cultivo interior varía.
Por otro lado, la temperatura ideal se sitúa entre entre los 26 y 29 ºC.
3.3. Controlar de forma exhaustiva el EC y PH de la planta
Esta parte es una de las más complejas, técnicas e importantes a tener en cuenta en todo sistema hidropónico.
Por un lado, debemos medir la cantidad de sales solubles en agua para determinar la electro-conductividad (EC). De este modo, sabremos si el agua contiene los niveles necesarios, normalmente situados entre 0,5 a 0,8, de elementos como el calcio y el magnesio que son buenos para nuestros cultivos hidropónicos.
Por otro lado, debemos controlar el pH de nuestras plantas, puesto que afecta especialmente a los micro-nutrientes. Por esa razón, recomendamos mantener un valor de PH entorno a 6, dado que un pH más bajo podría conducir a toxicidad y un pH superior bloquearía importantes elementos para el desarrollo de la planta.
Para conseguir regular el pH, es necesario contar con un medidor de pH.
Si tienes un pH demasiado alto te recomendamos utilizar productos de nuestra gama pH Down para reducir el pH. Si, por el contrario, tienes un pH demasiado bajo, recomendamos utilizar los ácidos fosfóricos de nuestra gama pH Up.
3.4. Evitar la polinización de nuestras plantas
Durante la etapa de crecimiento de nuestras plantas, debemos controlar si tenemos flores masculinas, detectables por la aparición de pequeñas bolas y sacos de polen en las mismas.
En este caso, debemos eliminarlas para evitar la polinización de nuestras flores hembras, identificables por pelitos blancos llamados estigmas.
Si no controlamos la polinización, las flores macho desvían la energía para producir THC de las flores hembra, generando así muchas semillas pero pocos brotes.
4. Ventajas y desventajas de los sistemas hidropónicos
VENTAJAS
- Crecimiento rápido.
- Mayor abundancia.
- Más higiénicos.
- Hábitat menos propenso a plagas.
- Máximo control sobre la cantidad de nutrientes y los parámetros del agua (PH y EC).
DESVENTAJAS
- Requiere conocimientos avanzados.
- Requiere tecnificación del cultivo.
- No existe margen de error.
- Se requiere tiempo y gran dedicación.
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